España demostró por qué debe ser Mundial

Hay que buscar en los libros de historia, hay que recordar tan atrás para encontrar la última manita entre ambas selecciones. Y caer en 1957, más de cinco lustros atrás para saborear el resultado que obtuvo España contra Bélgica.

Es cierto, en aquella oportunidad había sido a domicilio, lo cual tenía un sabor más dulce. Pero también es cierto que en aquella ocasión, partidos con el score tan abultado respondían más a las circunstancias expresas del encuentro que a una hegemonía bien marcada. Por eso, lo de Riazor no sabe a hazaña, pero es más que eso, es la costumbre de ganar, golear y gustar.

El conjunto de Del Bosque tiene claras las cosas. Y cuando uno sabe hacia dónde camina, cuando uno tiene en claro el objetivo y tiene el potencial para concretarlo sólo una casualidad poco afortunada lo derrumba. Y la Roja fue la Roja, la de siempre, la que nos acostumbró a ver Don Luis Aragonés, la que no perdió el horizonte con Don Vicente del Bosque.

España es una potencia, indudablemente, del fútbol mundial. Esta selección parece haber llegado al punto más alto, al que cualquier equipo pretende llegar, a la madurez futbolística, que está conformada por dos aristas: el saber a qué se juega y el jugar de memoria. España está un escalón arriba del resto, porque respeta su estilo y lo plasma más allá de los resultados, el resultado es apenas la consecuencia de la calma, el toque certero y el golpe justo, y la Roja lo hace todo bien.

Incluso cuando Fernando Torres no tiene su día, porque no lo debía tener, y sus tiros se estrellan con el poste. Incluso cuando David Villa falla un penalti con el marcador igualado y da la sensación que el conjunto se pierde, aparece la madurez de este equipo tan bien ensamblado que aún sin Iniesta puede sobrellevar todo hacia rumbo deseado. 

Los belgas  fueron invitados de lujo, invitados que se acercaron hasta La Coruña solo para conocer sus playas. Lejos estuvo de ser aquel seleccionado que le propinó la primera derrota de la historia a España. Y lejos también de aqué gran equipo que supo vencernos en los cuartos de final del Mundial '86 en los penaltis, aquél conjunto que con Vincenzo Scifo terminó por matar a la brillante quinta del 'Buitre' Butragueño.

Y bajo estas circunstancias de unos y de otros, sólo había que sentarse a ver el gran fútbol sin fisuras que nos ofrenda la Roja para saber que los goles iban a llegar para el deleite, la fresa del postre. Nada es extraño ya, el doblete de David Silva (a los 41 y 67 minutos), el doblete de Villa (a los 48' y 84') y el gol de Piqué (50') cerraban una cifra histórica que va de la mano con la verdadera diferencia que tienen ambos conjuntos y no con circunstanciales encuentros con la red.

Los tiempos cambiaron y mucho, esta Roja es la campeona de Europa, y no le amedrenta que Bosnia siga soplando en la nuca ni que a falta de dos encuentros todavía, y habiendo ganado todo lo que se jugó, tengamos que esperar aún para sacar el billete para Sudáfrica 2010. El viaje al Mundial es un hecho, por decantación de madurez.


Fuente: goal.com

Toda la información sobre la selección en el Post Oficial

Noticia enviada por: iLPaTxI

Noticia publicada: 06-09-2009

Noticia En Fútbol vista: 3516 veces

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