
Finalmente, BMW está de acuerdo en vender el equipo de Fórmula 1 al que fuera su fundador en 1993, Peter Sauber, con la condición de que la escudería consiga un puesto en la parrilla de 2010.
A falta de entendimiento con la compañía suiza Qadbak Investment Ltd., el fabricante alemán devolverá la totalidad del equipo a Sauber después de cuatro años al frente.
"Estamos muy contentos con esta solución", reconoce Klaus Draeger, miembro del consejo BMW. "Nuestra relación con Peter Sauber siempre ha sido excelente y siempre le hemos demostrado mucho respeto y agradecimiento por estos cuatro años".
Sauber, por su parte, ha querido dejar claro que el objetivo principal a partir de ahora será intentar que la escudería se encuentre entre los equipos aceptados para 2010.
"Estoy convencido de que el nuevo equipo tendrá un buen futuro en la F1 con la actual transformación de la F1 hacia los equipos privados", asegura. "El contrato está sujeto a la condición de que el equipo tendrá un lugar en la parrilla de la F1 en 2010".
Por el momento, falta saber la decisión que tomará la FIA al respecto ya que hasta mediados del próximo mes no se pronunciará sobre la lista final de equipos admitidos.
Como consecuencia a esta decisión, la plantilla de Sauber se reducirá de 388 a 250 empleados, aunque podría haber "más despidos" en un futuro próximo.