
Con cinco equipos claros candidatos a la Premier, el Hull aspira a no ser uno más y demostrar que un equipo pequeño puede dar guerra, en sentido literal.
La actual presidenta del club, la señorita Milani, ha declarado recientemente a una importante cadena televisiva que “el Hull no está para servir de sparring a los grandes de Inglaterra”.

Una buena muestra de su actitud y sus ideas, ha sido el primer paso que ha tomado para hacer del Hull City un equipo competitivo. Ante los resultados cosechados por Phil Brown en pretemporada, Milani ha decidido impregnar al equipo con una aureola ganadora con la contratación de un gran conocedor del fútbol británico: Vincent Peter Jones.

La noticia ha caído como un jarro de agua fría sobre la cabeza de Brown, aunque el ex entrenador asumió su destitución con un simple “cualquiera le dice algo a este”.
Jones, fiel a su estilo, ha declarado que su primer paso al frente de los tigres es eliminar del equipo a aquellos jugadores que no sean capaces de dejarse la piel en el campo. Por sus expresiones, creemos que lo decía en sentido más que literal.
De esta manera, ha apartado del equipo, durante su primera semana al cargo, a Dawson, Boateng, Olofinjana y Barmby, con el objetivo de ofrecerles una salida (no sabemos si digna) antes del comienzo de la temporada, en apenas tres semanas.
En el aspecto meramente futbolístico, parece que Jones jugará con un 4-1-2-3, ofreciendo oportunidades a jugadores prometedores como Jozy Altidore y Will Atkinson. Este último, a punto de cerrar su cesión al Rochdale, ha decidido permanecer en el equipo ante la llegada de Jones. “Va a ser divertido” ha declarado el joven de Beverley.

Se prevé una temporada interesante en las islas con el nuevo Hull. Con la llegada de Jones, el principal reto será terminar los partidos con 11 jugadores.