Aqui dejo una muestra del
Rodriguez Santiago Lamentable que es de lo que realmente trata el foro:
Los finales de Rodríguez Santiago
Para gustos los colores y habrá opiniones de todas las tonalidades con motivo del Barcelona-Zaragoza de anoche. Habrá quien vea un partido marcado por los errores arbitrales y quien considere secundario el papel de Rodríguez Santiago con las tajetas. Lo que sí es indiscutible es que el pitido final se adelantó en unos segundos... y no es la primera vez que le pasa al colegiado castellano-leonés.
El pasado mes de diciembre, Rodríguez Santiago arbitró un Olympique Marsella - Dinamo Bucarest en Le Velodrome, en terreno francés, correspondiente a la Copa de la UEFA. Era el último partido del grupo, y el Marsella ya estaba clasificado pasara lo que pasara. Sin embargo, el resultado era de 2-1 favorables a los galos y corría el minuto 93. Rodríguez Santiago había añadido, como en el Camp Nou, cuatro minutos.
El 2-1 clasificaba como tercero de grupo al Heerenveen, pero un gol (el 2-2) hubiera dado el pase al Dinamo, ya que quedaría empatado a puntos con el cuadro holandés y le superaría por mayor número de goles marcados (2 frente a 3).
Así que los de Bucarest se desvivían por marcar...
y justo se produjo una jugada rocambolesca pero que dejó en evidencia a Rodríguez Santiago. Cuando faltaba un segundo para los 94 reglamentarios, un rumano robó la pelota y se dispuso a atacar, momento en que el colegiado pitó el final. El chut, ante el que Barthez no pudo hacer nada, entró.
¿Gol y pase a dieciseisavos para el Dinamo? No, porque Rodríguez Santiago, obviando que la jugada seguía (ley no escrita del fútbol: si hay una ocasión manifiesta, la jugada debería seguir), había pitado ya el final. Técnicamente, no se puede hablar de gol anulado, porque Rodríguez Santiago pitó un segundo antes de que el balón entrara, pero lo normal hubiera sido que la jugada acabase.
En el caso del Barcelona-Zaragoza no se puede ir tan lejos en las acusaciones porque el balón estaba en el centro del campo. Pero quedaban algo más de 30 segundos, tiempo suficiente para hacer una aproximación más a portería. Seguramente no hubiera pasado nada y Rodríguez Santiago hubiera quedado a salvo de cualquier crítica no vinculada al forofismo