Los alemanes pidieron un bife de chorizo termino bien cocido y unas empanadas de carne bañadas de chimichurri como entrada, con un buen vino tinto para maridar, y se dieron un banquetazo de ensueño en Ciudad del Cabo comiéndose por completo a Argentina que se marchó del Mundial con un baño de humildad que le pegó la Mannschaft.
Fue un baile, una humillación y una goleada de 4-0 que debió calar en lo más hondo de los argentinos, que sobrados y soberbios en lo previo ya se sentían campeones del mundo, pero Alemania les aventó la puerta en la nariz. Un golpe durísimo que hirió el orgullo pampero y dejó muy mal parado a Diego Armando Maradona como Director Técnico.
Quedó claro que la Albiceleste jugó en esta Copa del Mundo en función del rival que tenía en frente, pues hasta hoy empezó verdaderamente la justa mundialista para el equipo de Maradona, y paradójicamente también culminó este sábado, porque en el momento en que se enfrentó a una Selección a su altura, simplemente evidenció todas sus carencias.
La aplanadora alemana ya se metió a las Semifinales con un futbol equilibrado, vistoso y efectivo, que ha animado en Sudáfrica 2010 y que en el campo plasmó su calidad, a diferencia de Argentina, que sólo habló de más y se regresó a casa ahogándose con sus propias palabras.
Entre lo más destacado de los alemanes quedaron los dos goles de Miroslav Klose, que lo dejaron en 14 en la historia de los Mundiales, a uno del líder Ronaldo y emparejado con su compatriota Gerhard Müller. Y en lo negativo quedó la amonestación para Thomas Müller, quien será suspendido para la siguiente fase.
Maradona ya no se va a desnudar como prometió en caso de que obtuviera el título, pero tampoco hacía falta porque Alemania lo encueró tácticamente y lo puso en su lugar.
EL PARTIDO
Salvo 22 minutos en la segunda parte donde Argentina dominó y se mostró realmente peligroso, Alemania mandó en el partido y fue dueño de las acciones, impuso su estilo y obligó a que se jugara como quiso, dándole toque al rival.
La debacle albiceleste comenzó apenas al minuto 3, cuando Thomas Müller definió de cabeza un tiro libre cobrado por Bastian Schweinsteiger, aprovechándose de las carencias defensivas de los argentinos, que siempre existieron en el Mundial, pero que sólo México había puesto en evidencia en los Octavos de Final y hasta ahora el cuadro germano lo reflejó en el marcador.
Porque fueron cuatro, pero bien pudieron ser tres más tranquilamente, en un cotejo donde también se plasmó el nivel en la Dirección Técnica, donde el teutón Joachim Löw se devoró a Diego Armando Maradona, a quien ya no le sirvieron de nada los besos y los apapachos hacia sus jugadores, porque aquí había que poner más futbol que entrega y corazón.
Lo de Maradona tampoco fue nuevo, lo que pasa es que antes le alcanzó con las individualidades y hoy requería de una verdadera estrategia para superar a la Mannschaft, y no tuvo nada de ello.
En la mitad del campo se gestó el baile alemán, porque mientras Maradona dejó solo a Javier Mascherano en el centro y abrió a Ángel Di María y a Maxi Rodríguez, Löw colocó adentro a Schweinsteiger, Khedira y Özil, y ellos se encargaron de manejar el duelo desde esa posición, mientras el contención pampero pedía a gritos ayuda, misma que se quedó en la banca porque Juan Sebastián Verón nunca ingresó a la cancha.
Cerca del final de la primera parte y en los primeros 20 minutos del complemento, la Albiceleste equilibró el asunto cuando Di María y Maxi Rodríguez cambiaron de banda, pero tampoco fue la solución porque si bien tuvo más llegada, en general no generaron ocasiones como para emparejar el marcador.
Entonces los alemanes reaccionaron y volvieron a meter el acelerador, jugando en conjunto brillaron sus individualidades y así borraron a su rival, le pasaron por encima.
Con el segundo tanto, producto de un gran contragolpe orquestado por Lukas Podolski y concretado por Klose al minuto 67, se acabó la historia de Argentina en Sudáfrica 2010.
A partir de entonces la aplanadora alemana se regodeó poniéndole un baile impresionante a la escuadra sudamericana, auténticamente cascareando le clavó dos tantos más, uno de Arne Fredrich en un jugadón de Schweinsteiger y otro más de Klose en otra impactante contragolpe.
La figura del cotejo, según FIFA, fue Bastian Schweinsteiger, quien de esta manera le respondió a Maradona, quien consideró que estaba nervioso previo al duelo. En todo caso los nervios invadieron a Diego cuando vio lo que tenía enfrente.