Diego Maradona cumple 50 años


La pelota no envejece
Diego Maradona festeja su medio centenar con una entrevista exclusiva en la edición papel. Pero además, en la web de Olé tendrás todo el día el homenaje que el Diez se merece. Y sí, ya podés empezar a disfrutarlo.
Cebollita, Doña Tota, Argentinos, Don Diego, la Claudia, Pelusa, Villa Fiorito, Czyterspiler, Francis Cornejo, Menotti, decepción 78, campeón juvenil, Turco, Lalo, Boca, roja 82, Barcelona, Pelé, Dalma, Goikoetxea, Napoli, Giannina, Reyna, Bilardo, Passarella, Azteca, mano de Dios, barrilete còsmico, Careca, San Gennaro, Franklin, casamiento, Guillote, Cahe, asistencia a Caniggia, tobillo, puteada al himno, Codesal, llanto subcampeón, Bombonera, Segurola y la Habana, Bernasconi, Coco Basile, Che Guevara, Suizo Argentina, Cerrini, Newell's, Ben Johnson, efedrina, sin piernas, Cuba, mechón, golf, Mandiyú, Racing, habano, Fidel, Almagro, Rodrigo, Punta del Este, bypass gástrico, noche del Diez, Verónica, showball, Benjamín, la tenés adentro, Messi, Schweinsteiger.
Las palabras son miles, los adjetivos pueden multiplicarse. Estas fechas parecen obligar a los balances y el de Diego Maradona no podrá desglosarse en pocos ejes. Pero más allá de su personalidad, verborragia y contradicciones, sobrevuela la segura convicción de haberse emocionado con alguien que hizo mejor algo que la mayoría del planeta juega. Desde la nada, el todo. Desde la técnica, la solidez. Desde la personalidad, el ascendente. Desde el carisma, su inmortalidad futbolera.
Cuando muchos no apostaban a que llegara ni a los 40, Maradona se recicla. Cuando parece que el nocaut está ahí, se levanta. Cuando nadie lo espera, se reinventa y gambetea al ostracismo como si fueran ingleses creyendo que pueden detener la mejor obra de arte en una cancha. Su genialidad con los cortos le permitirá siempre ganarse un nuevo aplauso. Y por más de medio siglo.
Olé