Será la quinta final de la máxima competición europea que se celebre en París, que igualará así con Londres, la única ciudad que en cinco ocasiones ha servido de escenario al ganador de la Copa de Europa.
Mientras que el Arsenal disputará la primera final de la Liga de Campeones de su historia, el Barcelona jugará la quinta, aunque será la primera vez que lo haga en París, ya que las cuatro finales anteriores se jugaron en Berna, Sevilla, Atenas y la victoriosa de Wembley, en Londres.
En 1974 fue el Bayern de Múnich, liderado por Franz Beckenbauer, el que salió de París con su segunda Copa de Europa consecutiva, tras deshacerse en la final del Leeds United (2-0).
La hinchada inglesa no digirió esa derrota, se consideraron perjudicados por el arbitraje y convirtieron las gradas del Parque de los Príncipes en un campo de batalla.
Si para los barcelonistas París será un escenario novedoso para una final, los "cañoneros" de Arsene Wenger volverán a la ciudad en la que el Zaragoza de Víctor Fernández les arrebató la Recopa de 1995 con un soberbio tanto de Nayim.