MANTIENE QUE FUE 3-3 Y LOS EQUIPOS DEFIENDEN QUE QUEDÓ 4-2.
El Súria, de la segunda regional catalana, obtuvo como colista de la clasificación un gran triunfo el día 18 de noviembre ante el Can Parellada por 4-2, resultado que el colegiado del encuentro, Rafael Cano Florido, no dudó en convertir en un 3-3 ante la sorpresa monumental de las dos entidades cuando vieron el acta.
Por si hubiese alguna duda, el árbitro se ha ratificado ante el comité de competición de la Federación Catalana de Fútbol (FCF) de que el partido acabó 3-3, contrariamente a lo que suscriben los presidentes del Súria y Can Parellada, quienes otorgan la victoria por 4-2 al primero.
Este hecho ha creado gran sorpresa en la FCF, donde no se recuerda un hecho similar en los últimos años, aunque sí en el fútbol sala, disciplina en la que las anotaciones corren a cargo de la mesa y no del árbitro, lo que en ocasiones ha originado algún error.
Malas prácticas de algunos árbitros
De cómo fue posible que el acta del partido llegase a la Catalana con el 3-3 tiene mucho que ver la práctica habitual por parte de los colegiados de este nivel de categorías, que suelen hacer firmar a los delegados de los equipos en la mitad del partido para adelantar tiempo. En el descanso, los delegados comprueban que los nombres de los jugadores se han escrito correctamente.
De este modo, los responsables del Súria y Can Perallada firmaron el acta, pero sin el resultado ni las tarjetas, así como las incidencias del partido.
En la FCF, a pesar de la sorpresa de la situación, consideran que el hecho será de fácil resolución, debido a que ambos clubes sintonizan en la misma dirección.