En el Stadion Tivoli de Innsbruck disputará España sus dos primeros partidos de la Eurocopa, ante Rusia y Suecia, el 10 y el 14 de junio. Teniendo en cuenta que el equipo de Aragonés dormirá durante todo el torneo a apenas 25 minutos de distancia, al recinto se le puede considerar algo así como la segunda casa de España. "Y sólo de España", cabría decir, porque el tiqui-taca es uno de los pocos espectáculos a los que se podrá asistir durante la brevísima vida de este reconstruido estadio. Además, se juega allí el 18 de junio el Suecia-Rusia, y ya no habrá más encuentros. Veinte millones de euros ha costado su remodelación, que sirvió para pasar de 15.000 a los actuales 30.000 espectadores... Y más dinero aún, 25, valdrá desmantelarlo al terminar la Eurocopa.
Muchos se echarán las manos a la cabeza: ¿desmontarlo, para qué? Por dos razones, según las autoridades del Tirol. Una, secundaria: el Wacker, que disputa sus partidos en el estadio, no reúne afición ni para la mitad de esos 30.000 asientos y no desea sentirse desangelado durante la Liga austriaca. Segunda razón, la principal: que las dos alturas de las que consta ahora la grada le quitan al recinto uno de sus grandes atractivos, la maravillosa vista de los cercanos Alpes.
Es decir: volverán a gastarse un pastón y lo harán por pura estética, amor al arte ecológico. Curiosa manera de invertir el dinero, máxime cuando hace sólo ocho años, en 2000, que el estadio fue derribado y reconstruido con las dimensiones que tenía y volverá a tener antes y después del paréntesis de la Eurocopa.
No era la primera vez. La agitada historia del Stadion Tivoli, cuya primera construcción data de 1928, ha corrido análoga a la del Wacker Innsbruck, club de fútbol de la ciudad tirolesa. El actual Wacker nació en 2002 de las cenizas del Tirol FC, pero ya había desaparecido y cambiado su nombre varias veces en las últimas décadas. Y a este discurrir irregular no ha escapado, por afinidad, su camaleónico terreno de juego. Aunque en la versión de ahora no le pertenezca. Casi fue construido para ver sólo a España.
Resulta que este estadio es en realidad un estadio que al finalizar la Eurocopa sera desmontado por la sencilla razon de que el equipo que ejerce de local en el (el Wacker) no tiene aficion ni para completar una media entrada, es del todo curioso como se puede gastar una millonada en construir un recinto deportivo de nueva generacion para echarlo abajo un mes despues porque resulta que su uso sera nulo, pero es todavia mas sorprendente que echarlo abajo cueste casi lo mismo que levantarlo