Mitos del Paraguay:
Kurupí:
A Kurupí se lo considera dios de la sexualidad. Es el mito sátiro de la tierra Guaraní. Sus características son muy extrañas, ya que es famoso por su miembro viril, que es tan largo como un lazo y lo lleva atado a su cintura. Con este miembro enlazaba a niñas y mujeres, las secuestraba y las poseía. Se lo considera protector de animales de la selva, especialmente sementales.
Luisón
Luisón es el séptimo hijo de Tau y Keraná; considerado señor de la muerte, debido al gusto que tiene por rondar cementerios y alimentarse de la carne de los cadáveres. Es uno de los mitos más terroríficos del folklore guaraní.
Se dice que los martes y viernes, Luisón pierde la forma humana y se convierte en un perro de apariencia lúgubre, con grandes colmillos y que emana un olor muy desagradable. Recupera sus formas humanas al aclararse el nuevo día, donde es hombre nuevamente, pero de apariencia triste; está sucio y cansado.
Moñái
Moñái fue el tercer mito engendrado por Tau y Keraná. Es el protector de los ladrones y las picardías. Tiene la forma de una serpiente corta, menos de un metro de largo y con el grosor de un tronco. Vive en pantanos y esteros del Paraguay, no se le atribuye el título de protector de alguna otra especie de animal o plantas, es un mito de apariencia horrible que asusta a la gente.
Algunos afirman que ver el Moñái produce la muerte.
Jasy Jateré
Su nombre significa fragmento de luna.
Jasy Jateré es un hombrecito pequeño de rubios y ondulados cabellos que vaga desnudo por las plantaciones del campo en horas de la siesta, posee además un bastoncito de oro, una especie de varita mágica, con la que atrae a su víctima, a quien luego lleva a su hermano Ao ao (que es antropófago). Otra manera de atraer a sus víctimas es el silbido que produce imitando el canto de un pájaro. Es considerado como el cupido guaraní.
Se dice que Jasy Jateré rapta niños, los alimenta con frutas, miel y gusanos, luego los deja libre, pero éstos regresan a sus casas ya tontos. Por esto, las madres paraguayas advierten y prohíben a sus hijos salir a jugar en horas de la siesta, ya que corren peligros de ser llevados por Jasy Jateré.
Pombero
El pombero es un hombre bajo, feo, de piel morena, manos y pies peludos, se dice que sus pisadas no se sienten y es considerado como el protector de las aves de la selva.
Habita en el bosque o en casas abandonadas, y vaga durante las noches. En la comunidad paraguaya, el Pombero es relacionado con los hijos nacidos fuera del matrimonio, ya que éste entra a las casas de mujeres que viven solas y si ellas no le dan vino o cigarrillos quedan embarazadas con el simple hecho de que el Pombero les toque el vientre. Mientras que con los hombres, el Pombero puede convertirse en un perverso difícil de soportar, así como un valioso aliado en las relaciones con las mujeres y en sus cultivos.

