El mito del dorsal (12-23)
Antes de nada, me gustaría comenzar contando una anécdota. En el primer partido de Brasil en el Mundial 2006, el que le enfrentó a Croacia, sacó al terreno de juego 11 jugadores numerados del 1 al 11: 1 Dida, 2 Cafú, 3 Lucio, 4 Juan, 6 Roberto Carlos, 5 Emerson, 8 Kaka, 10 Ronaldinho, 11 Ze Roberto, 7 Adriano y 9 Ronaldo. Parece que lo tenían claro… Seguimos con nuestra lista...
El número 12, metafóricamente, corresponde a la afición. Feyenoord, Norwich City, Portsmouth o Stockport County lo tienen guardado con esa intención. Sin embargo, sobretodo debido a las normas de la Federación que rija la competición o gustos de jugadores, es un dorsal como cualquier otro.
En el primer aspecto, el 12 ha sustituido, en muchas ocasiones, al 13 como dorsal de uno de los porteros. Un ejemplo lo podemos encontrar en el Mundial de EEUU del 94, el portero titular de Italia iba a ser Peruzzi, con el 1, pero una lesión hizo que ese puesto lo ocupara Pagliuca, con el 12.
En cuanto a lo segundo, en mi mente hay dos enigmáticos: Sergi Barjuán y Henry con Francia. Oliveira lo lleva también el Zaragoza.

Número de la mala suerte para los supersticiosos. Dorsal eterno del segundo portero. Ha sido más usual verlo en el portero titular cuando, a mitad de temporada, el suplente lo ha desbancado. Cañizares lo llevó en el Madrid mucho tiempo, cuando estuvo a la sombra de Buyo e Illgner.
Sin embargo ya es algo normal que un portero escoja casi cualquier dorsal. Esto lo vivió Andrés Iniesta en el Mundial 2006 de Alemania, cuando el propio Cañizares escogió el 19 y Reina el 23. El de Fuentealbilla tuvo que escoger el 13.
Para algunos jugadores, normalmente con mucha personalidad, es su dorsal a elegir siempre, como símbolo de confianza en sí mismo o contra-superstición. Ellos son o han sido Ballack, Gallas en el Chelsea (antes que el alemán), Taribo West y Ze Elías en el Inter (hoy lo lleva Maicon), Ba cuando jugó en el Milan (camiseta de la que ahora es dueño Nesta). Otro caso es Hleb en el Arsenal. También me suena, en alguna ocasión haber visto al francés Wiltford.
Carlos Roa, en el Mallorca, lo llevaba, aunque no era el 13, sino el 1+3, por una superstición religiosa de ‘el Lechuga’.
La zamarra del 13 también está retirada en los equipos ingleses del Gillingham y Reading, en honor a la afición.

Llegado este momento permítanme una pausa, que la haré con puntos suspensivos
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Ya está, llega Johan Cruyff. Nunca, ningún jugador y un dorsal han estado tan relacionados como Cruyff y el 14. En el Ajax, su camiseta con el 14 fue retirada, habiendo sido Roger García Junyet, el último que la portó.
Su hijo Jordi Cruyff también la llevó. Henry, en Arsenal y Barcelona, la ha llevado. Weah también llevó el 14 al principio, en el Milan, el inglés Le Saux fue otro gran exponente, Vieira lo lleva en el Inter, ya que el 4 es de Zanetti. También es el número que identifica a varios españoles como al madridista Guti, el valencianista Vicente o Xabi Alonso en el Liverpool. Y por supuesto, acabamos con Didier Deschamps.

Dorsal del desafortunado Antonio Puerta en su único partido con la Selección. Sergio Ramos, como homenaje, lo ha adoptado como suyo. Otros ejemplos, aunque a menor nivel que los citados en demás dorsales, serían el nigeriano Oliseh en el Ajax o el italiano Conte, en la Juventus y en la Selección italiana.
Cesc Fábregas o Morientes comenzaron con él, en Arsenal y Madrid respectivamente.

También hay que remitirse al héroe Antonio Puerta, esta vez en el Sevilla, en el club sevillano nadie lucirá el 16 más. Es otro dorsal que los porteros, sobretodo franceses, nos han acostumbrado a ver en sus espaldas. Barthez es el máximo exponente. Kalac, en el Milan, lo viste hoy.

Número que en mi recuerdo atribuiría a un jugador de banda izquierda. Tales como Ziege o Jarni. Sin embargo es un número ‘aposicional’, Van Nistelrooy lo lleva en al Madrid. Raúl comenzó con ese número, hasta que, tras la retirada de Butragueño, quedó libre el 7.
En esta práctica, muy usual, también se encontró Cristano Ronaldo en Portugal, al ser el 7 propiedad de Figo. Uno que lo coge, siempre, es Joaquín, en el Betis, Valencia y Selección.
En el Lens y Olympique de Lyon la camiseta con el 17 está retirada, en honor al fallecimiento de Marc-Vivien Foé.

Estaba deseando llegar a este número, únicamente por hablar de una de las anécdotas que me parecen más curiosas en la historia del fútbol. Cuando Zamorano firmó por el Inter, el 9 estaba en posesión de Ronaldo. Iván, como 9 puro se las ideó para ser el 9 de otra manera.
El ex-madridista pidió el 18, con la diferencia de que, entre los dos números había un símbolo +. El chileno no era el 18, era el 1+8. También es usual, cuando el 8 esta ocupado, escogerlo. Algunos españoles, “típicos 18”, son Víctor Sánchez del Amo o Gabri. En otras ligas hay eternos 18. Paul Scholes, del Manchester y Pavel Nedved, de la Juventus. Acabo con uno de los más grandes: Gabriel Omar Batistuta, 'Batigol' tuvo que llevar el 18 cuando llegó a Roma, el 9 tenía dueño: Vincenzo Montella.
Otro ejemplo de elección por estar ocupado el número de verdad, en este caso, el 9.
Kluivert lo hizo cuando llegó al Barça y el 9 era de Sonny Anderson.

Hoy día, el 19 azulgrana es de Messi, pero, sinceramente, creo que Messi, tarde o temprano, cambiará a un número del 1 al 11 (quizás el 10 si Ronaldinho deja el Barça). Aunque para mí el 19 por excelencia es un jerezano de nombre Francisco Narváez, y de alias `Kiko`
Fernando Sanz, en toda su carrera en el Málaga, es otro gran exponente. Otro ejemplo sería Cañizares, que escogió el 19 en el pasado Mundial 2006, como comentamos antes.

Y seguimos con los números por despecho. Deco lo lleva por estar el 10 ocupado, en el Barça por Ronaldinho, y en Portugal, hasta hace poco, por Rui Costa. Del Piero en Italia igual.
En general ha habido y hay grandes dieces, que por jerarquía han tenido que optar por el 20 en algún momento. Tengo que nombrar también al triunfador del Mundial de España 82, Paolo Rossi, que lo lució en aquella cita. Sin embargo, dos de los máximos exponentes del número 20 son Oliver Bierhöff y Solskjaer.

Volvemos a llegar a otro momento cumbre para mi memoria, uno de los jugadores con más garra, lucha y entrega. Protagonista de una de las mayores injusticias que nos ha tocado sufrir a los españoles: Luis Enrique. Aún tengo en la cabeza al asturiano, con la blanca de la selección con el 21, manchada por la sangre que le emanaba de la nariz tras la agresión de Tassotti. Rostro enrabietado y lágrimas de impotencia e incredulidad ante la situación. Los azulgranas lo tienen en un altar por su manera de jugar y de contagiar al equipo su carácter ganador. Otro ídolo, Zidane, lo llevaba en la Juventus.
Andrea Pirlo lo luce en el Milan y en la Selección. Iván Helguera es otro que solía coger el 21, aunque después demostró, al coger el 6 en el Madrid, que lo hacía por `despecho`. Los canarios, Silva del Valencia y Valerón del Deportivo, Thuram (en Parma, Juventus y Barça) o el portugués Nuno Gomes también hacen acopio de su amor al 21.

A día de hoy, el máximo exponente del 22 es el Balón de Oro: Kaká.
Karembeu lo llevó también en varias ocasiones.

Ribéry lo lució en su estreno en una gran competición, el Mundial 2006 de Alemania, en el que nos marcó un golazo que hizo mucho daño.
Al atlético Pablo Ibáñez lo identifica también.
Otro número grandioso. La influencia de Michael Jordan es alargada. Muchos empezarían claramente por otro jugador, pero perdónenme, yo tengo que empezar por uno de mis jugadores favoritos en sus mejores tiempos: Iván de la Peña. El ‘Pequeño Buda’ llevó el 23 en su primera etapa en el Barça, en aquella en la que hacía pases increíbles.
A mí, personalmente, se me quedó una expresión futbolística que aún uso hoy: “Ha dado un pase a lo De la Peña”. En el Espanyol no lo puede lucir, al llegar al club perico se encontró con otro enamorado del 23: Raúl Tamudo.
Munitis también lo solía escoger, hasta que, en su vuelta al Racing, quedó libre el 10.
En general el número 23 suele corresponder, al menos por mi experiencia, a un 10. Un gran 23 es “La Brujita” Verón, o el ídolo malaguista, y ex-madridista Sandro.
Otros dos que son seguidores del 23 los encontramos en Italia. En el Inter y en la azurra el 23 es propiedad de un central: Materazzi; y en el Milan de un medio defensivo: Ambrosini
El siguiente caso es David Beckham, cuando el inglés llegó al Madrid, el 7 era de Raúl. Después de un debate en el mundo del fútbol acerca de que dorsal escogería, David eligió el 23, basándose en una historia de que sumando las letras de su nombre y el de su esposa sumaban 23 (o algo así, porque creo que los nombres de sus hijos también tenían algo que ver, en resumen, un razonamiento de estrella)
Acabaremos con el caso triste, que lo encontramos en el anteriormente nombrado Foé, cuya camiseta con el 23 fue retirada de la selección de Camerún.

Bueno, ya queda menos, en la próxima entrega del 23 en adelante. Nos queda hablar de los dorsales de canteranos debutantes y de las extravagancias de algunos jugadores de otras ligas.