Bue terminemos con la discusion muchachos, entre amigos no tenemos que pelear
Aca les dejo el UNO X UNO de Olé
River
Carrizo: No tuvo demasiado trabajo. Nada que hacer en el gol de Palacio. Seguro ante los remates de afuera y con cierta dosis de suerte cuando la pelota lo superó en el tiro libre de Morel Rodríguez y dio en el travesaño. Dudó en los centros.
Tuzzio: Dos facetas del hoy marcador de punta. Una buena cuando cerró y cubrió las espaldas de Nasuti y Lussenhoff. La mala se vio cada vez que pasó al ataque: transportó demasiado y sus avances no fueron fructíferos. Estuvo impecable en el juego aéreo.
Nasuti: Hizo un clásico aceptable, de menor a mayor. Comenzó con dudas, nervioso. Encima, en el gol de Boca quedó desairado ante un amague de Palacio. Pudo sobreponerse y se plantó con firmeza ante cada embate del visitante. El Tano cumplió.
Lussenhoff: El mejor de la defensa millonaria. Dejó el pellejo en cada cruce y le ganó ampliamente el duelo a Palermo. Firme. Fuerte. Tuvo resto para salir jugando aunque en ciertas ocasiones arriesgó demasiado. Jamás perdió la calma y fue la bandera una de las banderas del equipo.
Domínguez: Su participación en el Superclásico duró apenas 8 minutos. En el inicio del encuentro chocó con Calvo y quedó sentido. Intentó seguir pero una dolencia en su muslo derecho se lo impidió.
Ferrari: En el primer tiempo se ubicó sobre la derecha y pareció estar más preocupado por Dátolo que por jugar. Igualmente se las rebuscó para aparecer por sorpresa por ambos costados. Su tarea creció en la segunda etapa: se comió al ex Banfield y llegó varias veces al área rival. En el final casi anota el cuarto tanto de River.
Domingo: Terminó agrandado. Tocando, rotando, y distribuyendo con claridad. Se hizo patrón del mediocampo e hizo olvidar su flojo primer tiempo. Se fue ovacionado después de retirarse victorioso en su primer clásico.
Zapata: No lució. Ganó y perdió en el duelo que protagonizó con Calvo. Tuvo un tiro al arco que se fue lejos y muy poquito más en el ataque. Su labor estuvo dedicada principalmente en lo defensivo obligado por la temprana salidad de Domínguez.
Belluschi: Una actuación consagratoria en El Monumental. Si bien le costó entrar en el juego, fue de menor a mayor y sólo le faltó el gol. Hubo una jugada que fue clave: la asistencia a Higuaín en el segundo tanto. A partir de ese momento, la rompió. Presencia en las dos áreas y aire para correr a todos. También le sirvió el gol a Farías con un pase de película. Fue amonestado a los 22 por una falta a Gago. Una yapa: salvó en la línea lo que pudo ser el empate 2-2 de Boca.
Higuaín: Desde el comienzo se notó que podía ser su tarde. Se paró sobre la derecha y generó todas las situaciones de peligro del equipo de Passarella. A los 6, metió un derechazo en el palo. Todo un aviso. Dos definiciones de lujo para recibirse de ídolo. En el primero la enganchó con el taco ante el estatismo de la defensa de Boca. En el segundo, recibió de Belluschi y gambeteó a Bobadilla para empujarla de zurda. Desequilibrante, inteligente y gravitante.
Farías: Se encargó del trabajo sucio: pelear, luchar y morder. Fue así que le ganó una pelota a Silvestre y recibió la falta que derivó en el primer tanto millonario. Molestó en la salida al Cata Díaz y tuvo su premio a los 23 del segundo: suave toque de derecha ante la apurada salida de Bobadilla. Su esfuerzo fue fundamental en el trabajo de equipo.
Abelairas: Entró a los ocho minutos por el lesionado Domínguez. Se ubicó sobre la izquierdo y le costó meterse en el partido. Ganó confianza con el correr de los minutos y redondeó una aceptable actuación. Mostró chispazos de su habilidad y aplomo para jugar un partido complicado.
Boca
Bobadilla: Esta vez no pudo lucirse en El Monumental, como sí lo hizo con Libertad de Paraguay por la Copa Libertadores. En parte por culpa de él, pero también por los gruesos errores defensivos de su equipo. Se equivocó en la jugada previa del primer tanto: sacó rápido y comprometió a Silvestre. En el segundo y tercer gol quedó muy expuesto ante los delanteros de River. ¿Su punto débil? Sus dudas cada vez que tuvo que salir con la pelota. Con el partido liquidado, evitó el cuarto de River en un mano a mano con Higuaín.
D. Díaz: En el desconcierto de la defensa de Boca tuvo varios cruces oportunos. Cuando él no llegó, los jugadores de River quedaron mano a mano con Bobadilla. En el juego áereo estuvo muy firme. Tuvo un tiro libre en el borde del área en el primer tiempo, pero su remate pegó en la barrera. En los últimos minutos se lo vio desconocido, fuera de sí. Le entró fuerte a Belluschi en dos ocasiones y terminó en la cancha de milagro.
Silvestre: Un clásico que rápidamente pasara al olvido por su actuación personal. Error compartido con Bobadilla en el primer tanto millonario. No estuvo cómodo en su posición, bien abierto sobre la derecha. Perdió mucho en su duelo con Farías y terminó una tarde negra con una justificada expulsión.
Morel Rodríguez: Higuaín se hizo un picnic por su sector durante el primer tiempo. El defensor se plantó en la izquierda e intentó salir jugando siempre. Pero entre la presión del Pipita, y su displicencia pocas veces pudo cumplir su objetivo. Ejecutó con maestría un tiro libre pero la pelota dio en el travesaño.
Calvo: Aportó lo de siempre: sacrificio. Pero le faltó fútbol. Para jugar en la posición que le pide La Volpe se necesita más claridad. Peleó hasta el final con Zapata y dejó todo. Tanto que en el arranque, en un cruce con Domínguez, sufrió un fuerte golpe y siguió. Agotado, fue reemplazado por Bertolo a veinte minutos del final.
Gago: Lo mejor de Boca en el mediocampo se vio cuando la pelota pasó por sus pies. Las pidió todas y las entregó con mucho criterio. Hizo de aduana y fue un problema para River. Passarella ajustó las marcas en el complemento y el Principito lo sufrió.
Ledesma: El equipo sintió su escaso aporte ofensivo. Al ubicarse al lado de Gago, Boca perdió presencia y el recurso del remate de media distancia. Flojo en la marca, le faltó sorpresa par desnivelar.
Cardozo: Formó dupla por la derecha con Calvo. Mucho vértigo. Poca pausa. Un tiro peligroso en la primera parte y nada más. No pudo sorprender con su velocidad.
Dátolo: Sigue en deuda. Participó más que en otros partidos en el juego pero finalizó casi todas mal. Eligió erróneamente cada pase y no estuvo fino con la pelota parada. En el final del primer tiempo desaprovechó un tiro libre al rematar a las manos del arquero cuando sus compañeros esperaban el centro. Es sólo un ejemplo de una actuación para el olvido.
Palacio: Una vez más, el mejor de Boca. Rápido y veloz. Casi no había entrado en juego, a los 31, cuando, eludió a Nasuti y fusiló a Carrizo. Golazo. Cada vez que arrancó con pelota dominada fue imparable para los defensores de River. Sintió la falta de un socio para concretar algunas de las ocasiones que él mismo generaba.
Palermo: Esperó su chance de gol, pero nunca llegó. No lo habilitaron y las pocas que tuvo las creó por su cuenta. A los 24 le dio de zurda y la pelota se fue cerca del palo. A los 37, recibió de Morel Rodríguez y se la entregó a Carrizo cuando la jugada pedía otro final. Tuvo en Lussenhoff, un duro marcador. Lesionado, le dejó su lugar a Delgado a los 27 del complemento.
Bertolo: Entró cuando quedaban veinte minutos. El partido parecía estar liquidado y Boca ya había perdido la brújula.
Franzoia: Reemplazó a Cardozo con la intención de asociarse con Gago. Poco pudo realizar en los pocos minutos que estuvo en la cancha.
Delgado: Palermo le dejó su lugar y el Chelo no pudo torcer la historia.