La cantera al poder

Es cierto que el Barça había ganado por un claro 0-2 en la ida. Es cierto que la motivación en esta clase de partidos no es la de las grandes ocasiones. Es cierto que hacía mucho frío. Pero no es menos cierto que el Barça supo estar a la altura de lo que se espera de un pentacampeón, aunque fuera después del descanso. Fue despertar y golear. Lo mismo que unas horas atrás exigían a otro grande en Chamartín, también en noche fría, también contra un Segunda B. Allí, ni por asomo hubo goleada ni remontada apelando a todos los espíritus habidos y por haber. Aquí, el público salió recompensado a base de goles, los mismos goles que hubieran permitido a su eterno rival seguir adelante en la Copa del Rey.

Y eso que la primera parte se hizo también eterna, incluso pesada. Fue de aquellas primeras partes que hacen pensar a los más de 26.000 valientes que desafiaron al frío ocupando su localidad en el Camp Nou si lo mejor hubiera sido ver el partido desde su sofá, ante el televisor, con el termostato de casa marcando una temperatura mucho mejor a la que soportaban en ese momento. No fue un primer tiempo brillante, aunque hubo alguna que otra ocasión para evitar que fuera soporífero.

El dominio del balón, como siempre, era barcelonista. A la Cultural le quedaba no descomponer las líneas e intentar presionar a la segunda línea blaugrana, sobre todo a Iniesta y Jonathan Dos Santos, para evitar las llegadas a las inmediaciones de Calzado. El sueño leonés era meter miedo a los de Guardiola con algún gol tempranero. Soñó Ferran Tacón con ello en un pase largo pero el de Mataró estaba fuera de juego. Era el minuto 13. Hasta ese momento, lo más ofensivo que había hecho el Barça fue un intento de remate por parte de Puyol, quien no llegó a un servicio de Iniesta, y un disparo lejano de Alves que se fue a la segunda gradería.

Mucho más peligro tuvo la primera gran aparición de Pedro, en un disparo cruzado que obligó a lucirse a Calzado. Forzó el cuarto córner a favor del Barça en los primeros quince minutos, pero sin acierto final, esta vez en un remate desviado de Messi. La Cultural, por su parte, se prodigaba poco y lo poco que tenía, lo desperdiciaba. Un ejemplo de ello fue un error de Puyol en una cesión a Pinto pero Ferran Tacón, en vez de tocar el balón, optó por fintar y se equivocó por completo. Fin de las ocasiones claras para los de Uribe.

El partido discurría en el quiero y no puedo blaugrana y en el acierto visitante. Calzado, un tanto dubitativo en algunas acciones anteriores, sacó reflejos de su camiseta rosada cuando en el minuto 29 Pedro le retó con un disparo y el lateral blanco Roberto Carlos –qué casualidad, ¿verdad?- envenenó dicho chut para poner a prueba al meta de la ‘Cultu’. Antes del descanso, Jeffrén culminó una gran combianción canterana entre Jonathan y Bojan con un disparo a bocajarro… evitado por Calzado.

DEL FRÍO AL CALOR

Pero todo lo que han leído hasta ahora fue como aquel mensaje que ponen en las películas de ficción: cualquier parecido con la realidad fue mera coincidencia. Tras el descanso, el Barça se puso las pilas y empezó a mostrar su mejor versión, como corresponde a un partido entre el líder de la Liga BBVA y un Segunda B. Igualito que lo que tenía que haber pasado en el Bernabéu, pero con una resolución muy diferente.

Se trataba de abrir la lata y lo consiguió uno de esos futbolistas que deben reivindicarse en partidos de este tipo, Bojan Krkic. El de Linyola metió el borceguí para hacer bueno un mal centro-chut de Jeffrén y hacer entrar en calor a los gélidos incondicionales. Dos minutos después, el mismo Bojan se volvió a lucir superando a un vendido Calzado y rematando sin apenas ángulo. 2-0 y alegría en la grada.

Llegaron los primeros cambios por parte barcelonista. El primero, un tanto sorprendente, con la entrada del defensa Fontàs por el atacante Jeffrén, quien se marchó tocado. Poco después, Guardiola pareció corregirlo quitando a Puyol e introduciendo en el campo a un refresco de lujo: Leo Messi. Y la entrada del argentino se notó. ¡Vaya si se notó! Enseguida conectó con Iniesta y éste con Pedro para que el canario aumentara su cuenta de goles. 3-0 en pleno vendaval.

Uribe, buscando evitar más goles, renunció hasta a Jito, quien se quedó sin ver puerta aunque la verdad es que tampoco lo mereció esta noche. Mientras, Calzado cometió quizá uno de sus pocos errores de la noche y regaló la acción que supuso el cuarto gol barcelonista, por parte de Messi.

La guinda la puso el último sustituto blaugrana que saltó al campo, Xavi Hernández, en un tanto a contraestilo, con un remate desde el punto de penalty a centro de Pedro que hubiera firmado el mismísimo Quini. Y antes del final, sólo el poste evitó que el sexto se reflejara en el electrónico en un disparo de Dani Alves. El Barça había logrado lo que no fue capaz de conseguir el Real Madrid también ante un Segunda B, un Alcorcón que, en plena borrachera goleadora, fue vitoreado en el Camp Nou.

Y todo ello, porque los de Guardiola demostraron cuál es la actitud de un equipo que aspira a todo. A la Cultural cabe agradecerle el empeño puesto hasta que empezó el festival de los de Guardiola, pero quien quiera sorpresas, que se vaya a Concha Espina...

 

Fuente: Sport.es

Noticia enviada por: jairotoya

Noticia publicada: 11-11-2009

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