Libertad de Paraguay fue su verdugo al ganarle 3-1 (2-2 en el encuentro de ida) en la noche del martes en Asunción, con el partido suspendido a cinco minutos del final por esos incidentes en las tribunas.
"Son de terror", titula el deportivo Olé para englobar la pobre actuación del equipo con los desmanes de enfurecidos fanáticos riverplatenses, que por televisión se vio claramente como rompían butacas y agredían a una decena de policías antimotines, que apenas atinaban a defenderse con sus escudos y bastones.
"River jugó mal y Libertad lo bailó", agrega Olé. "Cuando descontó y se puso 3-1, los hinchas se pelearon con policías y se acabó el sueño de ganar la Copa".
"River afuera con guerra en las tribunas", titula Diario Popular. "No pudo mostrar respuestas futbolísticas y se fue sin pena ni gloria de la Libertadores".
Clarín destaca que "River no puede superar su viejo estigma", para recordar luego que debía ganar la Libertadores de 2006, para repetir el éxito cada 10 años iniciado cuando se alzó con el título en 1986 y luego en 1996.
"El peor final", dice La Nación. "Sin fútbol ni alma, River perdió y tuvo otra frustración internacional".
Para Página 12, River "mostró su peor cara: sin lucidez ni reacción. Ofreció una imagen deslucida en todo concepto".
Los goles de Libertad fueron marcados por Hernán Rodrigo López y Sergio Aquino, en el primer tiempo, y Christian Riveros en el complemento. Ernesto Farías descontó para River, que a los 56 minutos sufrió la expulsión de su enlace Marcelo Gallardo, por juego brusco.
Libertad enfrentará en semifinales al vencedor del cotejo entre Liga de Quito de Ecuador e Internacional de Brasil, que definían su duelo en la noche del miércoles en Porto Alegre.
PD:AGUANTE BOCAAA
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