por frangd » Dom Ago 26, 2007 12:27 pm
Caistes al suelo desplomado Antonio y contigo cayeron todas nuestras ilusiones, todos nuestros ánimos, toda nuestra alegría, todas nuestras ganas de cantar goles o celebrar victorias.
Caistes al suelo Antonio y un escalofrío recorrió las entrañas de Nervión elevando nuestros miedos y humedeciendo nuestros ojos, el sevillismo estaba incrédulo viéndote inmóvil e inmóvil nos quedamos todos en las gradas con los puños apretados de rabia y coraje, de pena y dolor, de desesperanza pero también deseos de poder transmitirte de alguna manera esa fuerza que te había abandonado para ayudar a levantarte y que todo quedara en un susto.
Caistes al suelo Antonio y la sombra de la tragedia nubló nuestro sol ennegreciendo el blanco y rojo de nuestro horizonte y de todos los horizontes del fútbol español.
Caistes al suelo Antonio y tu caida le quitó el sentido a todo lo demás. Un recuerdo, una desgracia, un nombre sobrevoló todos nuestros pensamientos: Pedro Berruezo, aquel jugador sevillista que partió hacia el tercer anillo con nuestro escudo en el pecho.
Aquel fatídico 7 de Enero de 1973 el bueno de Pedro le envió una postal a su mujer desde el Parador Nacional de Pontevedra, una pequeña declaración de amor que horas después iba a convertirse en un documento estremecedor: “Hola chatillas: Dentro de poco salimos para el campo pues son las 2 de la tarde del domingo y mientras estoy en la habitación me pongo contigo con estas líneas. ¿Qué tal estáis? ¿Y la pequeña? Me figuro lo guapa y graciosa que estará con el trajecito de marmota y su cochecito. Y tú, ¿qué tal? Cuídate en comer y todo lo necesario. Esta noche te llamaré. Bueno, esto te lo digo y me escucharás antes de leerlo. Supongo que tu madre y hermana seguirán bien. Dale besos a la niña y familia, y para ti, de quien mucho te quiere, tu Pedro”.
Caistes al suelo Antonio pero no has escrito tu última postal, nunca bajastes los brazos y no es ahora cuando debes rendirte. Por tu familia, por tus amigos, por tu afición, por todas las aficiones que caminan a tu lado. Por todos aquellos hombres y mujeres de cuerpo entero que se les quebró hasta el mirar con sólo pensar lo impensable.
Caistes al suelo Antonio y contigo caímos todos desatando un terremoto de incertidumbre y tristeza, pero también de cariño y pasión. Nuestros corazones se pararon con el tuyo pero con la luz del nuevo día los latidos se han hecho más intensos. Sigue la rabia y la pena pero también el optimismo y la esperanza de seguir viéndote corretear por las bandas izquierdas de todos los campos.
Caistes al suelo Antonio, se te paró ese corazón con forma de escudo que llevas en el pecho, pero los nuestros laten por ti obligándote a levantarte y seguir adelante.
Arriba Antonio, arriba.
<a href="http://imageshack.us"><img src="http://img529.imageshack.us/img529/2631/luchaux3zb2.png" border="0" alt="Image Hosted by ImageShack.us"/></a><br/>