Fran Vázquez y Pete Mickeal le dan la Liga al Barça

 

Ahogado casi en la orilla, entumecido y consumido por un dolor que le costará mucho olvidar, el título de la Liga Endesa se le escapó al Real Madrid de la misma manera que los granos de arena se cuelan entre los dedos de los bañistas.
 
La férrea defensa del FC Barcelona Regal, la competitividad de Pete Mickeal (17 tantos, 8 rechaces, 22 de valoración) y la intensidad de Fran Vázquez (16 puntos, 8 rebotes y 4 tapones), han teñido la Liga de azul y granate (73-69). No fue necesaria la aportación del excelso Erazem Lorbek.
 
El triunfo en el quinto partido, que condensaba toda una temporada en apenas 40 minutos, se quedó en la ciudad condal. Nada pudieron hacer Carroll, Singler, Mirotic y Llull. La depresión consume a un madridismo que se vio ganador tras el tercer encuentro de las finales y que ahora, aturdido, no se explica qué ha podido ocurrir. El doblete tendrá que esperar, al menos, un año más. Y van 20.
 
Las defensas alternas planteadas por Xavi Pascual generaron dudas y desnortaron a los madrileños. Pronto se vislumbró que la identidad salvaje y dionisíaca de los de Laso no saldría a relucir. Adiós a las posesiones de ocho segundos. Las ayudas defensivas del Barcelona, los constantes cambios de zona a individual, empujaban el choque hacia un tanteo bajo. Cada canasta era una lucha contra los elementos (16-12, min.10).
 
Aportaron y se fajaron los menos habituales: Ingles y Sada, con sendos triples, abrieron una ligera brecha (24-16).
 
Contestó con un parcial de 2 a 14 el Real Madrid, cuyo corazón irreductible le impedía marcharse de la contienda sin haber derramado la última gota de sudor. Carroll, Mirotic y Felipe, dirigidos por un astuto Sergio Rodríguez, sacaron el barco visitante de una peligrosa deriva hacia los acantilados de la desesperación.
 
Varias cargas en el rebote ofensivo de Fran Vázquez voltearon de nuevo la inercia de un duelo muy trabado pero de una intensidad brutal, inenarrable. Ante Tomic, descentrado en el segundo cuarto, se vio sobrepasado por el pívot gallego, a quien Navarro halló bajo el aro para regalarle dos asistencias determinantes que apuntalaron la ventaja antes de enfilar los vestuarios (39-34, min. 20).
 
Sangría en el rebote ofensivo
 
La tónica del final del segundo cuarto permaneció inalterable en el inicio del tercero. Fran Vázquez y Mickeal reboteaban con una fiereza que hizo parecer más pequeño y vulnerable a Tomic. El 'efecto acordeón' en el marcador retornó.
 
De una diferencia de +9 se pasó al 46-45. Llull, Begic y Singler ansiaban escapar de la mordaza defensiva, pero la trampa mortal continuaba ahí, agazapada, buscando cazar al oso blanco y lucirlo como trofeo. El mejor Vázquez de la temporada, vital, enderezó el rumbo de los locales (56-47, min. 30, parcial 10-2).
 
Llull protagonizó dos jugadas que ejemplificaron su determinación nada más comenzar los 10 minutos decisivos. Una zona 1-3-1 del Madrid atascó a los culés. Así es como se estrechó el cerco (58-55, min 6:32).
 
Lorbek, desaparecido en combate durante todo el quinto partido, exhibió su importancia regalando una ventaja casi definitiva para la victoria final (62-56, min. 3:10).
 
Cuando mueres por el rebote ofensivo, cuando no existe nada más importante que capturarlo, los balones suelen caer tus manos. Felipe Reyes cogió varios que sacaron al Madrid de la UCI. Un triple de Carroll tras una pelea del propio Reyes colocó el (64-62).
 
Mickeal, inmenso durante los cinco 'match-balls de este memorable final', colocó la puntilla. Pascual le ganó la partida a Laso. La Liga Endesa se queda en Cataluña. El llanto, la amargura y la resignación en la capital.

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Noticia enviada por: Roter

Noticia publicada: 16-06-2012

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